Ariadna Mendoza, UABCS
Responsable de la Comisión de Comunicación
Las editoriales universitarias dan frente a uno de los principales objetivos de las instituciones de educación superior, la cual es la divulgación del conocimiento. El año 2020 fue un periodo de gran incertidumbre en todos los sentidos, principalmente en la elaboración de estrategias a corto plazo para combatir el cese de actividades académico-administrativas en todos los niveles educativos del país derivados del SARS-CoV-2.
Aunque no se descubrió el hilo negro, la pandemia demostró que se estaban desaprovechando en gran medida las herramientas digitales. Muchas editoriales universitarias nos enfrentamos a rediseñar nuestras estrategias de difusión, acostumbrados a realizar actividades únicamente presenciales y a mirar formalmente opciones como la edición de e-books y revistas académicas digitales, plataformas de acceso abierto y la difusión de eventos virtuales. Las editoriales académicas que habían incursionado con estas estrategias exploraron nuevas herramientas de los medios digitales e impulsaron a muchas otras a seguir su ejemplo.
Bajo tal realidad, resultó esencial reflexionar sobre la importancia de la divulgación académica para esparcir el conocimiento, por ende, las editoriales universitarias se ven apremiadas en poner a disposición de la sociedad el conocimiento generado en sus instituciones. Es por ello que la labor y compromiso de la Red Nacional Altexto ha sido significativo para muchos de sus afiliados.
Hablaré desde mi experiencia personal como parte de una editorial universitaria y dentro de la comisión de comunicación de la Red. Desde nuestra editorial universitaria ha significado un gran reto —aunque no imposible— la innovación de estas nuevas estrategias, pero nada de esto hubiera sido parcialmente posible gracias al apoyo de colegas. Aunque nuestra editorial universitaria había venido trabajando en una plataforma de acceso abierto, la holgura de tiempo nos permitía extender su finalización, lo cual cambió con la pandemia. Aunque ya se había puesto en la mira la elaboración de libros en formato EPub, no vimos tanto apremio hasta el 2020 y encontramos gran apoyo en la Red al encontrar un curso de capacitación para la elaboración de e-books, y la gestión de un servicio de distribución que nos permitiera salir a territorios internacionales. Desde luego, aunque las gestiones administrativas pueden tardar mucho tiempo, las transformaciones de estos cambios nos permiten actualizarnos en gran medida, y aunque no estemos a la vanguardia, el avance es constante.
Otro gran reto fue la organización de eventos como presentaciones, ferias del libro y actividades de fomento de la lectura. Si bien nuestro Centro de Radio y Televisión Universitario ya manejaba transmisiones en vivo a través de Facebook y otras plataformas de radiodifusión, también habíamos incursionado en conferencias y presentaciones hibridas. Lo que no habíamos considerado era explotar al máximo esa herramienta. De hecho, se temía que la Feria Universitaria del Libro 2020 no lograra el alcance mínimo en su primera edición virtual como lo habíamos manejado en la edición presencial. Por fortuna, dichas expectativas estaban erradas y el alcance al público fue mucho mayor del esperado. Fue algo positivo darnos cuenta de que las presentaciones tenían alcance, pues aun cuando había fecha de transmisión, las emisiones se mantenían en la plataforma y se podían ver nuevamente a gusto del público, lo que mantenía en aumento sus vistas y comentarios.
Como bien decía Albert Einstein: “en medio de la dificultad reside la oportunidad”. Seguramente varias de estas experiencias no son ajenas para muchos colegas, sin importar qué ni el cómo, nos vimos obligados a continuar con los planes de comercialización y difusión para enfrentar largos periodos de distanciamiento social.
Terminaré no sin antes comentar que gran parte de todo este enfrentamiento ante la crisis sanitaria se logró también al trabajo colaborativo, en la alianza entre instituciones, para superar las grandes dificultades.