Por Camilo Ayala Ochoa, Universidad Nacional Autónoma de México
Cuando en 2016 Javier Martínez, a la sazón director general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, planteó organizar la Feria Internacional del Libro Universitario, se calibraron las fuerzas y el entusiasmo compensó lo que parecía inasequible. Comentaba él, que al uno visitar una feria de libros, las editoriales universitarias estaban diseminadas o, aunque concentradas, su lugar pasaba desapercibido. Filuni venía a primar a los libros académicos o universitarios, a proporcionarles un digno espacio.
Tenemos cuatro ediciones de Filuni y se nota la madurez del proyecto que cambió su nombre a Feria Internacional del Libro de los Universitarios y después Feria del Libro de las Universitarias y los Universitarios. Decían los nominalistas que las cosas existen antes que las ideas generales, y en Filuni es verdad porque el nombre es lo de menos. Filuni es una idea o, mejor aún, una idea medular. Dos universitarios han dirigido Filuni: el editor Joaquín Díez-Canedo, quien organizó las dos primeras versiones, y la escritora Socorro Venegas, quien pulió y amplificó la feria.
En 2022 hubo el empeño renovado de ser un punto de encuentro de los profesionales de la edición universitaria, propiciar el intercambio de experiencias y abrir las oportunidades de colaboración y negocio. Vimos actividades para campos de interés. Así, la IV Jornada Internacional de Bibliotecarios “Retos y oportunidades para la biblioteca universitaria en el entorno híbrido”, pudo plantear: ¿Cuál es la responsabilidad del bibliotecólogo ante la cultura digital? También hubo una sesión especial sobre marcas de fuego. Esa actividad se desarrolló en colaboración con la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de la UNAM, la Asociación Mexicana de Bibliotecarios (AMBAC) y el Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de las Instituciones de Educación Superior (CONPAB-IES).
“En la palestra. Las librerías postpandemia”, Encuentro de Libreros Universitarios 2022, analizó la crisis y transformación de los centros libreros durante la pandemia de Covid-19. Esto no hubiera sido posible sin la participación de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM), el Centro de Innovación y Formación Profesional para la Industria Editorial (Editamos), el Instituto de Desarrollo Profesional para Libreros (Indeli) y la Red Nacional Altexto.
El Coloquio Internacional “Notas de Tempestad y Postpandemia en la Edición”, efectuado con el auspicio de la Red Nacional Altexto, estuvo integrado por dos conferencias magistrales y tres mesas de reflexión bajo la pregunta: ¿Qué tanto futuro tiene un sello editorial universitario con una enorme complejidad cuando todo cambia?
Pasado y presente del verbo editar. VII Coloquio de Estudios del Libro y la Edición en México (siglos XX y XXI), fue una muestra de cómo el libro sirve para entender al mundo, para recrearlo y contenerlo. El Coloquio se realizó bajo la dirección del Seminario Interdisciplinario de Bibliología del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, y con el padrinazgo de la Red Latinoamericana de Cultura Gráfica y la Red Nacional Altexto.
En Filuni se abrieron los trabajos del Seminario Permanente de Editores de Revistas y del Seminario Vindictas para Narradoras Hispanoamericanas. También se presentaron los avances de la cartografía de la edición académica en Iberoamérica. Son esos apenas unos momentos de largos programas que continúan.
Filuni tuvo, pues, un programa enriquecedor por la información manejada, pero más aún por la formación de la sensibilidad editorial que se brindó.